sábado, 28 de mayo de 2011

UNA SENCILLA DESPEDIDA O SIMPLEMENTE COINCIDENCIA

He terminado de leer el libro “Fenómenos Psíquicos en la hora de la muerte” de Ernesto Bozano y he pensado que sería interesante incluir en el blog algunas de las historias que más me han gustado:

El comandante A. Romper relata: Una de las circunstancias más impresionantes que se refieren a la muerte del lamentado general Henry Havelock Allan, ocurrida en las selvas del Afridiland, es la misteriosa coincidencia ocurrida en el cuartel del segundo batallón de fusileros del Northumberland, y precisamente en el comedor de los suboficiales. Este batallón pertenece a la brigada de los voluntarios del distrito noroeste de Inglaterra, el cual, desde el día de su formación, ha sido siempre mandado por el citado teniente general. Se habían realizado modificaciones importantes en el comedor; después de las restauraciones, habían colocado en él un soberbio retrato del general, ofrecido por el mayor Dr. H. Hust.
Pues bien; este retrato se desprendió inexplicablemente de la pared, cayendo al suelo, el miércoles 29 de diciembre, a las 3:40, a la misma hora en que el general había abandonado su escolta para continuar solo el camino hacia Jamrud, a través de un país enemigo.
Al día siguiente fue hallado su cadáver y la noticia telegrafiada a Inglaterra. Cuando la nueva de su trágico fin llegó al batallón de fusileros, el sargento mayor y los demás militares presentes, no pudieron menos de observar la relación con el incidente sucedido en el comedor, incidente tan extraño e incomprensible, que los que lo preenviaron habían tomado nota de la hora y del día en que se produjo.
Hay que reconocer que la coincidencia es extraordinaria e inexplicable, puesto que la hora en que el general fue asesinado por las tribus rebeldes es casi la misma (aunque no sea posible asegurarlo de una manera absoluta), que aquella en que su retrato caía en el comedor de los suboficiales.

¿Es coincidencia o una bonita forma de despedirse de los amigos?