miércoles, 3 de junio de 2009

PROYECCIÓN ASTRAL

La proyección astral es una experiencia que pueden experimentar conscientemente algunas personas, en la que se abandona el cuerpo físico, quedando unido el cuerpo astral con el físico con lo que se denomina "cordón de oro". Es fascinante a la vez que aterrador poder ver el mundo desde ese otro punto de vista, siempre asegurándonos de nuestro regreso.


Pero ¿cómo podemos conseguir hacer un viaje astral? Hay personas, que sin proponérselo, consiguen abandonar el cuerpo por un tiempo, algunos casos han ocurrido cuando la persona estaba siendo sometida a una intervención quirúrgica o en accidentes. Ernest Hemingway abandonó su cuerpo cuando fue herido en la primera guerra mundial:


“...mi alma, o algo, saliendo de mi cuerpo, como si sacaras un pañuelo de seda de un bolsillo tirando de una esquina. Voló por allí y después volvió y se metió dentro y yo ya no estuve muerto.”


Yo misma, siguiendo las instrucciones de Melita Denning y Osborne Philips en su libro “Proyección astral”, conseguí salir de mi cuerpo.


“Me acosté y empecé a relajarme pensando que quería dar un paseo por la casa. No vi como salía de mi cuerpo, ni el cordón de oro. Cuando me quise dar cuenta estaba flotando paseándome por toda la casa. Era una sensación extraordinaria de la que era plenamente consciente, me encontraba en paz y feliz. Cuando pasé cerca de un calendario lo rocé y calló al suelo, me asusté tanto que regresé en un santiamén a mi cuerpo. Recuerdo levantarme de la cama y sentirme fatal, la entrada al cuerpo físico fue demasiado rápida. Fui a por un vaso de agua y al pasar por el calendario lo vi tirado en el suelo, esto me hizo recordar lo bien que me encontraba antes de mi inesperado regreso.”


Mi experiencia fue muy positiva, pero conozco a personas que también lo han hecho y el resultado no les ha gustado nada:


“Me tumbé en el sillón y empecé a relajarme pensando que quería encontrarme con mi yo interior. De pronto aparecí en una playa muy bonita, vi que se acercaban por la orilla dos personas, un hombre y un niño cogidos de la mano, cuando llegaron donde yo me encontraba el hombre dijo “me buscabas”, en ese momento sentí muchísimo frío y miedo y lo único que quería era regresar a mi cuerpo. La vuelta no fue tan agradable como la salida”.


“Estaba tumbada en mi cama cuando empecé a flotar y veía mi cuerpo desde arriba. De pronto mi abuela empezó a llamarme pero yo no podía contestar, me resultaba imposible regresar a mi cuerpo, tuvo que entrar mi abuela y agitarme para que yo pudiese volver.”


Si habéis tenido alguna experiencia fuera de vuestro cuerpo, tanto buena como mala, me gustaría poder leerla, y si me dais vuestro permiso, publicarla. Escribir a: laverdadestaahifuera.m@gmail.com



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